IAI Nesher/Dagger/Finger Mirage 5 Nesher/Dagger/Finger
¿Como llamarlos?
Muchos les dicen IAI Dagger e IAI Finger, otros M-5 Dagger o M-5 Finger (M-5 por Mirage 5). Personalmente le digo de ambas formas pero tratemos de definir o tratar de definir esta pequeña disputa de nombres en el glorioso Dagger que peleó en Malvinas.
¤Una historia oficial:
El IAI Nesher es un avión de combate supersónico, propulsado por el motor Atar 09 C-5, que fue diseñado por IAI luego de que el Mossad, el servicio secreto de inteligencia israelí, robara a Francia los planos del avión Dassault Mirage 5, y también que robara los planos del Atar a Suiza.
Veterano de guerra en Israel, tuvo gran éxito en sus guerras con vecinos arabes específicamente en la guerra del Yom Kipur donde tuvo gran éxito contra los MiG-21.
¤En Argentina:
Hablando de lugares más cercanos, en la VI Brigada Aérea específicamente, solíamos tener los IAI Finger IIIB, versión “modernizada” de aquel IAI Dagger, que no es otra cosa que el Nesher, pero su nombre cambiado en la transacción a la Argentina.
La Fuerza Aérea Argentina había adquirido en 1978 en tres lotes, 39 aviones IAI Nesher, que como se dijo antes, fueron denominados Dagger, los cuales en los ’80 fueron modernizados y renombrados Finger.
¤Aclarando las cosas:
Aunque hay muchas cosas que no cierran. Por ejemplo, no es de público conocimiento que Israel había arreglado un contrato con Dassault para la compra-venta de unas cinco decenas de aviones Mirage 5. Una vez que Israel desembolso el dinero, los conflictos de las guerras arabes finalizaron en un embargo militar internacional para Israel, el cual Francia, oficialmente acató. pero en medio de disputas binacionales, en secreto se decidió enviar los Mirages, pero con el motor Atar, de los cuales Israel ya poesía en sus Mirage IIICJ. ¿Cuál era la razón de esto? Armar una farsa entre ambos países, en la cual ambos quedarían bien parados. Israel obtendría sus aviones, y Francia cobraría por el envío, sin quedar mal visto por violar el embargo de armas.
Y entre los servicios de inteligencia de ambos países, se inventó esta excusa en la cual Francia, por un tiempo, actuó como país víctima limitando relaciones, ya que supuestamente, dado que Francia no enviaría los Mirage 5 pagados, el Mossad en respuesta robó planos de los mismos para producirlos en el país.
A todo esto hay que recordar que Marcel Dassault era de religión judía, y todo buen judío siente que Israel es su otra nación, su causa justa, por lo que aquí otra evidencia.
Además de todo esto, en la historia de la producción aeronáutica, un simple taller de mantenimiento, una empresa recién nacida como lo era Israel Aircraft Industries lograba de un día para el otro, producir un avión de combate supersónico eficiente. Sin túneles de viento, sin varios años de prueba, sin miles de millones invertidos, sin maquetas 1:1, nada. En solo un par de años, supuestamente, desarrollaron un caza supersónico sin la mínima experiencia. Por mas que tengas todos los planos de un avión, si no tenes la experiencia, los recursos y la logística de talleres y laboratorios que se requieren, no lo vas a lograr.
La realidad muestra que los IAI Nesher no son otra cosa que los Dassault Mirage 5 por los cuales Israel pagó, pero supuestamente no recibió. En realidad fueron enviados en secreto, y mediante una gran mentira, se logró confundir a Naciones Unidas y que ambas naciones se beneficien, como se dijo antes, Francia sin sanciones por haber violado el embargo, e Israel por obtener sus aviones.
Todo esto se esclarecio cuando en Argentina se descubrió que los IAI Dagger tenían los componentes y productos con N° de parte y serie de origen francés, específicamente Marcel Dassault y Aérospatiale.
El tema Kfir es diferente, el IAI Kfir, oficialmente, es el segundo avión producido por IAI, es básicamente, un “Nesher” (o Mirage 5) mejorado, con canards (aletas delanteras para aumentar la maniobrabilidad generando un vórtice sobre el ala), mejor aviónica, y el motor norteamericano J-79, ampliamente superior al Atar.
El Kfir fue realmente producido en Israel por la IAI, pero este no fue basado sobre un hipotético primer avión Nesher, sino que fue desarrollado desde cero basándose en el Mirage 5, con apoyo de técnicos de Marcel Dassault.
¤Relaciones Argentino-Israelí:
Un elemento clave de las relaciones entre la Argentina e Israel fue la venta de armamentos. Israel proporcionó a la Argentina los Dagger y los cohetes Gabriel que fueron utilizados en la guerra de las Malvinas. Pero la presión combinada de Estados Unidos y Gran Bretaña hizo que la entrega de armamento israelíe al régimen militar argentino perdiera regularidad. A pesar de los intentos israelíes por mantener a través de terceros el comercio de armamentos con el régimen de Galtieri durante la guerra, los militares argentinos consideraron que Israel estaba en los hechos más cerca de Washington y Londres que de Buenos Aires. Por cierto, las forzadas declaraciones del vicecanciller Yehuda Benmeir, quien sostuvo que la suspensión de las entregas de armamentos comenzó a partir del momento del desembarco en Malvinas, convencieron a los militares argentinos de la necesidad de buscar proveedores alternativos en Moscú y Trípoli.
Aprovechando el levantamiento del embargo de armas de USA (enmienda Humphrey-Kennedy), había que proceder a comprar todos los repuestos necesarios para los A-4P; en función de la misma medida, la entrega por parte de Israel de los 14 A-4F Skyhawk.
Como, después de la guerra de Malvinas, Argentina firmó un contrato con Israel por la compra de 14 A-4F Skyhawk, para reequipar a la III Escuadrilla de Caza y Ataque de la Aviación Naval. Esta había estado equipada con los A-4Q Skyhawk, de los cuales quedaban solo 4 unidades en pésimo estado, además de ser ya obsoletos para la época.
Argentina pagó por adelantado los aviones, pero al momento de ser enviados, Estados Unidos vetó la venta, con su ley de que todo producto norteamericano, por más que haya sido vendido a otro país, tiene que ser autorizado por Estados Unidos para ser revendido a un tercero.
El problema era que los israelíes no querían devolver el dinero recibido, y Argentina era la única perjudicada, hasta que se acordó en la década de los ’90 que ese dinero que se había pagado por los A-4F, sean utilizados para modernizar y mejorar los aviones antisubmarinos S-2E Tracker a S-2T Turbotracker. Se le instalaron nuevos motores turbohélice mucho más eficaces que los antiguos motores alternativos, y se le agregó nueva aviónica.